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PRODUCIENDO MÁS CARNE CON MÁS CALIDAD

ARTÍCULOS
10 de January de 2019
Por Bruna Junqueira Rodrigues - Zootecnista - Asistente Técnico Comercial

Nutrición y reproducción son dos temas que caminan juntos en cualquier sistema de producción. Con el desafío de obtener mejores índices reproductivos los productores invierten en suplementos minerales, proteicos y llegan hasta un nivel más intensivo de suplementación, trabajando con suplementos energéticos con aditivos cuando el objetivo por ejemplo, es lograr una preñez precoz en una vaquilla.

La tasa de destete es la clave cuando se piensa en rentabilidad en una ganadería de cría. El primer objetivo es preñar  la vaca, luego viene mantener la preñez y por ultimo, destetar un ternero saludable. Para obtener índices satisfactorios como una buena tasa de destete la vaca debe recibir una atención especial en relación a su nutrición. Una mala nutrición durante la gestación puede influenciar negativamente de diferentes modos como la reabsorción embrionaria, mala formación del feto, abortos y comprometimiento del desempeño productivo durante toda la vida del animal.

NUTRICIÓN DURANTE LA GESTACIÓN

La placenta crece rápidamente en los dos tercios iniciales de la gestación y durante el tercio final de este periodo ocurre la mayor tasa de crecimiento del feto. Cuando los animales pasan por una restricción alimenticia durante el primer período de gestación hay una limitación en el crecimiento placentario y una reducción en la capacidad posterior del desarrollo fetal. Es decir una placenta de menor  tamaño puede limitar el desarrollo y crecimiento del  feto.  Al final de la gestación una mala nutrición de la vaca reduce el crecimiento fetal, esto porque un animal que pasa por restricciones alimenticias tiene su capacidad productiva afectada. Una suplementación excesiva en el tercio final de gestación, principalmente en animales que pasaron por restricciones durante los dos primeros tercios puede ocasionar malas formaciones y partos distócicos. En este período es observado cerca de 75% del crecimiento fetal.

El periodo clave para la correcta formación muscular es durante el periodo que va desde el segundo mes hasta el séptimo mes de gestación. Por este motivo es importante una nutrición de calidad, no solamente en el tercio final, sino también en el tercio medio de la gestación.

En resumen, es necesario que las exigencias minerales, proteicas y energéticas sean suplidas durante todo el periodo de gestación.

PLANIFICACIÓN DE ACTIVIDADES
Debido a las condiciones climáticas las estaciones de monta en Bolivia ocurren generalmente desde noviembre hasta febrero, variando de acuerdo con las condiciones climáticas y precipitaciones de cada año. Las vacas que son preñadas de la mitad para delante del período de servicio, o sea que son fecundadas en los meses de enero y febrero pasaran por un tercio medio de gestación más complicado que las vacas que fueron preñadas al comienzo de la estación de monta. Durante los meses de julio y agosto hay una escasez de forraje y una disminución en la calidad de los forrajes disponibles, por esto es de suma importancia que las vacas reciban suplementación adecuada durante el periodo seco del año para que los fetos puedan mejorar la formación de fibras musculares.

MEJORES RESULTADOS PRODUCTIVOS
Investigaciones indican que hijos de vacas alimentadas en pastos mejorados entre los 120 y 180 días de gestación fueron destetados y faenados con peso 10% superior, en comparación a los alimentados en pastos nativos en el mismo periodo. Hay también relatos en que las hijas de vacas mejores nutridas entraron más temprano a servicio y también fueron más eficientes.

UN TERNERO BIEN NUTRIDO ES SINÓNIMO DE MÁS CARNE CON MEJOR CALIDAD
La nutrición de la vaca durante la gestación es esencial para el desarrollo futuro del ternero. Un ternero nutrido adecuadamente durante el periodo fetal tiene mejor desarrollo muscular, que va influenciar positivamente en su producción de carne. Las fases fetales también son fundamentales para el desarrollo de la grasa corporal del animal, que están directamente relacionadas al marmoreo de la carne.

En resumen todas fibras musculares y una parte de las células adiposas son formadas durante la fase fetal, impactando en la producción de una carne de calidad.

El tercio final de la gestación es importante para la formación de la grasa intramuscular, que caracteriza el marmoreo y sabor de la carne. Es durante este periodo que ocurre el mayor desarrollo en el número de fibras musculares, fenómeno conocido como hiperplasia. Después del nacimiento no hay aumento en la cantidad de fibras musculares.

Conociendo las necesidades nutricionales en las distintas fases de vida de los animales podemos seleccionar diferentes estrategias con el objetivo de maximizar los resultados zootécnicos a campo.
 

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