Las plantas de cobertura de suelo son usadas como productoras de granos y semillas, pastoreo, heno, ensilaje y formación de rastrojo, siendo este último componente del sistema de siembra directa. En el suelo, cumplen funciones de suministrar y reciclar nutrientes, protección contra erosión, mejoría en la infiltración de agua, disminución de la temperatura y de la radiación solar, aumento de materia orgánica, protección física contra las malezas, entre otras. 

Los mixes de plantas son herramientas que permiten la plena cobertura de los suelos contribuyendo para la mejoría de las características de un sistema productivo. 

Las principales especies de plantas forrajeras utilizadas para la producción de forraje en áreas de pasturas y de cultivos de granos pertenecen a dos grandes familias: las gramíneas y las leguminosas. Entre estas, las gramíneas son las más ocupadas para la formación de pastizales y cobertura en áreas productoras de granos, teniendo alrededor de 10.000 especies distribuidas por todo el mundo. Sin embargo, se destaca la familia de las leguminosas con un gran potencial para colaborar con la salud de los suelos. El propio consorcio, entre estas dos familias trabajando en conjunto, traen beneficios a corto, medio y largo plazo para los suelos tropicales.

La comprensión de que una pastura debe ser tratada como un cultivo, es el primer cambio que debe ocurrir en una propiedad: Cambios de pensamientos, actualizaciones y busqueda de información, deben ser constantes en el propietario de una estancia que piensa en mejorar sus condiciones sea de ganadería o de agricultura que ocupa pastos como cobertura.

Muchas veces vemos y escuchamos un determinado técnico decir algo interesante, sin embargo, no colocamos en práctica o no damos la debida importancia a un asunto que viene ganando relevancia en varios países y que de formas prácticas y algunas veces simples pueden, impactar la productividad de los suelos aumentando su equilibrio propiciando una actividad más rentable.

La adopción de sistema de rotación de cultivos, en especial el sistema de siembra directa (SPD), ha sido preconizado para el manejo físico, químico y biológico del suelo. Desde el punto de vista de la física de los suelos, se tiene estimulada la adopción de la rotación de cultivos para mantener o aumentar los tenores de materia orgánica, crear poros biológicos, mejorar la estructura y mantener suficiente rastrojo en la superficie del suelo. La bioporosidad creada por la actividad radicular y meso fauna del suelo, y la posibilidad de las raíces de algunos mixes de plantas de penetrar camadas más compactadas, es un motivo que se debe considerar en la rotación de cultivos que es fundamental en plantío directo. 
 
Las estrategias de manejo que mantiene o adicionan carbono al suelo tienen buen potencial para la mejoría de la calidad física del suelo y para el crecimiento de plantas.

La cantidad de material vegetal adicionado a la superficie y la cantidad de materia orgánica acumulada en el suelo son dependientes del sistema de cultivo adoptado. Aquellos sistemas que incluyen cultivos con alta productividad de materia seca resultan, en general, en mayores acúmulos de materia orgánica en el suelo.

 

Los mixes de plantas son herramientas que permiten la plena cobertura de los suelos contribuyendo para la mejoría de las características de un sistema productivo. 

Los residuos de leguminosas tienen gran importancia como proveedoras de nitrógeno, pudiendo contribuir para la disminución de la acidez del suelo y de la relación C/N de la materia orgánica. Sin embargo, los residuos de las gramíneas promueven la mejoría del suelo por tener mayor contenido de lignina, posibilitando el aumento de ácidos carboxílicos y ácidos húmicos en los substratos llevando a la estructuración y a la estabilidad de los agregados de los suelos quedando menos susceptible a la compactación.

Plantas que favorecen a la formación de agregados y con sistema radicular agresivo, como los mixes de plantas (por ejemplo Mix regenerativo y Mix renova de TOTALPEC), pueden minimizar los efectos negativos de la degradación de los suelos por medio de mejoras en su estructura.

Con la plenitud de la estación lluviosa muchos productores están en preparación para sembrar los mixes de plantas. La formación de un buen stand forrajero pasa por ciertos cuidados en la compra de la semilla.

A parte de la calidad del material, el productor debe considerar qué especie de Mix es la más adecuado para su sistema productivo. Por consiguiente, se debe buscar empresas idóneas en el mercado que trabajan y desarrollan estas tecnologías, con el respaldo de la experiencia de años en campos.

Para tener la seguridad necesaria el productor debe comprar este importante insumo, que son las semillas, en empresas reconocidas del mercado.


Figura 1 – La diversidad de mixes de plantas de cobertura como herramienta para mejoría de los suelos.


Fig.2 – Sistema radicular de gramíneas propiciando vida al suelo


Fig.3 – Diversidad de calibres de raíces llevando a estructuración del suelo.