Existen básicamente tres tipos de sistemas de producción: extensivos, semi-intensivos e intensivos. De acuerdo con Euclides Filho (2000), se entiende por sistema de producción de ganado, el conjunto de tecnologías y prácticas de manejo, ya sean con el tipo de animal, el propósito de la cría, la raza o grupo genético y la región en donde se desarrolla.
Se deben llevar en consideración al definir el sistema de producción, aspectos sociales económicos y culturales.

Sistema Extensivo
Mantiene la cría exclusivamente a campo, aprovechando al máximo los recursos naturales, como economía de equipamientos e instalaciones de mano de obra. En este sistema el ganado tiene alimentación directa en la pastura natural. Es un sistema de cría para ganado común a gran escala.
En el sistema extensivo, los animales son criados sueltos en grandes espacios de pastoreo, sin suplementación, con eso lleva mas tiempo para que el ganado alcance el abate.

Sistema Semi Intensivo
Tiene menos aprovechamiento de los pastos naturales y exige más instalaciones, más trabajo, siendo destinado a un tipo de ganado mas perfeccionado. En general los animales son alimentados durante algunas horas para recibir ración y otros alimentos y después son sueltos en piquetes con buenas pasturas y agua. En este sistema, los animales alcanzan el abate un poco más temprano que los de cría extensiva.

Sistema Intensivo
Este sistema, en relación con los otros, se caracteriza principalmente por el empleo de mayor capital y más trabajo con relación al área. La alimentación básica se constituye por forrajeras y complementos a base de raciones y concentrados.
El sistema intensivo consiste en la formación de pasturas de mayor nivel nutricional, mejoría en la alimentación asociado con suplementación estratégica y mayores medidas sanitarias.
 

Mejoramiento genético es alterar continuamente las características de los animales producidos en las generaciones siguientes, en sintonía con el sistema de producción y el mercado.

El mejoramiento Genético adecuado al Sistema de Producción
El objetivo del mejoramiento genético, de un modo general, es alcanzar mejores niveles de producción, productividad y calidad de producto, en sintonía con el sistema de producción y atendiendo el mercado. Para alcanzar este objetivo, varias características expresadas por los animales necesitan ser monitoreadas, adaptabilidad, eficiencia reproductiva, viabilidad, pesos corporales, tasas de crecimiento, calidad de carcasa y de carne, son algunas características.

La expresión observable o medible de estas características, conocida como fenotipo (P) depende del genotipo del animal (G) para el cual, el padre y la madre contribuyen igualmente, en el momento de la fecundación: del ambiente (E) en el cual es criado y de la interacción genotipo x ambiente (GxE), que representa las expresiones de los genotipos cuando son expuestos a diferentes condiciones ambientales. Estas relaciones consideradas conjuntamente pueden ser expresadas como:

P =  G + E + GxE

La producción animal a pasto depende de factores ligados al clima, al suelo, a la planta forrajera y al animal. La infraestructura de la propiedad y la suplementación alimenticia, también interfieren en la eficiencia del sistema. Dentro de este contexto, es importante notar que la respuesta a los esfuerzos dedicados al mejoramiento genético de los animales es limitada si el ambiente al cual serán sometidos no fuera el adecuado a sus exigencias nutricionales, de forma que posibilite la expresión de su potencial genético para la producción.

El objetivo básico en el mejoramiento genético es alterar continuamente las características de los animales producidos en las generaciones siguientes, en sintonía con el sistema de producción y el mercado. Es por esa razón que al momento de seleccionar el toro con el cual se va a producir terneros para la propiedad, no puede hacérselo sin considerar 3 aspectos muy importantes y que dependen uno del otro:

1. El sistema de producción
2.  Los objetivos de la propiedad
3. El perfil genético de las matrices.

Esta selección de toros además debe estar acompañada de algunas soluciones que fuera de las características genéticas que aporte el macho, tendrán un impacto en la progenie. Este paquete de soluciones puede ayudar a mejorar indicadores como: calidad de leche, inmunidad del rebaño, calidad de calostro, aprovechamiento del forraje en sistemas extensivos, padrón o biotipo moderado de los animales, entre otros.

Por lo tanto, la era de seleccionar toros para la campaña reproductiva, tan solo mirando un catálogo, ya es pasado e historia, porque ahora necesitamos ser más meticulosos en la selección de los progenitores de nuestros animales, buscando siempre la rentabilidad, la productividad y la calidad de producto final, sin descuidar que debe estar adaptada a nuestro sistema y al mismo tiempo atender el mercado.