LA CALIDAD DE LA MATERNIDAD Y LOS PARTOS IMPACTA EN LA PRODUCCIÓN
La época de partos es una fase de alto riesgo para las madres y sus terneros. Del total de nacidos en un año, antes del destete muere entre un 5% y un 10%. Entre el 50% y el 70% de la mortalidad neonatal se registra en los primeros tres días de vida.
La distocia, la inanición y la hipotermia son las causas responsables del 50% al 60% de estas pérdidas.
Un mal manejo nutricional de la madre y/o un entorno de mal manejo en el último trimestre de la gestación provocan pérdidas fetales al nacimiento por poca viabilidad de los terneros.
Entre el 40% y el 60% de las muertes de los terneros están asociadas a distocia. Los terneros que sobreviven a esta condición son más propensos a presentar edemas (inflamación), debilidad, agotamiento, postración y muerte.
Se estima una pérdida de entre 100 y 400 kilogramos de leche en las madres con terneros muertos; si este evento ocurre por cesárea, la pérdida láctea asciende entre 300 a 500 kilogramos. La muerte de terneros también está asociada a bajas tasas de concepción, aumento de servicios por concepción y retraso en la concepción.
A la hora de cubrir primerizas, el empleo de toros con DEPS de facilidad de parto ayuda a reducir la incidencia de distocia y, en consecuencia, la mortalidad durante el parto. La heredabilidad del rasgo de facilidad de parto de los padres es más alta que de las madres, por tanto, tiene importancia a la hora de la elección de toros.
El estrés medioambiental antes o alrededor del momento del parto pueden afectar al ternero recién nacido. El estrés por calor afecta la viabilidad del feto, dificulta su crecimiento en el último trimestre de gestación, reduce la calidad del calostro y la transferencia de la inmunidad pasiva de la madre al ternero. Por ello, contar con potreros de parición y de maternidad es de suma importancia, estos deben contar con sombra, agua y ambiente ideal para el parto.
Poco antes de parir, las vacas están inquietas, paran de comer y generalmente se apartan del resto del rebaño, en busca de un lugar fresco y seguro para parir. Este período puede durar de 4 a 24 horas.
El manejo del ternero recién nacido también debe ser lo menos agresivo posible, aplicando las técnicas de manejo racional, tal como vemos en el ejemplo de la imagen.
Las vacas que paren en ambientes bien manejados y sin estrés, normalmente paren acostadas; al finalizar el parto se levantan,
Sabemos que el estrés en el manejo del recién nacido produce una pérdida de inmunidad en los terneros, es decir, los terneros quedarán enfermos y necesitarán más trabajo y medicamentos para salvar la vida.
Las vacas que paren en ambientes bien manejados y sin estrés, normalmente paren acostadas; al finalizar el parto se levantan, lo que resulta en la ruptura del cordón umbilical. Vacas que paren de pie resultan en mayor tasa de mortalidad (16%) en relación a las que paren acostadas (4,2%).
En condiciones normales, el parto tiene una duración de 30 minutos a 4 horas. La expulsión de la placenta debe ocurrir de 4 a 5 horas después del parto. Una hembra con placenta retenida, debe ser tratada con prostaglandina (expulsión de placenta y líquidos fetales) y vitamina ADE (regenerador de epitelio del aparato reproductor).
Un ternero recién nacido demora alrededor de entre 15 y 30 minutos en ponerse en pie; si un ternero demora más tiempo, es probable que sufra algún problema y terminará afectando su viabilidad.
El tiempo medio desde que el ternero nace hasta que se levanta la y mama varía en función de la raza. En terneros de carne es de 35 minutos para levantarse y 85 minutos para mamar, los terneros lecheros tardan aproximadamente el doble.
Lo más importante para un ternero luego de nacer es mamar el 15% de su peso vivo en calostro; si un ternero no mama presentará debilidad, hipoglucemia, hipotermia, falta de energía y muerte.
La falta de vínculo maternal es más frecuente en las hembras primíparas, en casos de parto múltiple y después de un parto cesárea, por ello se debe prestar especial atención a este tipo de partos.
Las infecciones del cordón umbilical constituyen un importante problema en los terneros recién nacidos, la infección se desarrolla en las primeras dos semanas de vida. Se ha evidenciado que el tratamiento antiséptico con clorhexidina y alcohol iodado disminuye la mortalidad por estas causas y los tratamientos por infecciones.
La administración “profiláctica” de antibióticos a terneros recién nacidos para evitar las infecciones de ombligo se han asociado con aumento de los casos de diarrea y de la mortalidad de terneros.
La diarrea infecciosa es la principal causa de mortalidad en terneros entre 3 y 21 días de edad. La presencia de esta enfermedad está relacionada a agentes infecciosos y se debe indagar cual es el principal patógeno presente para seleccionar el mejor protocolo sanitario.
Al adoptar los cuidados aquí descritos podemos esperar una mejoría progresiva tanto en la cantidad como en la calidad de los terneros destetados.