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IMPACTO DE LAS MALEZAS EN LA PRODUCCIÓN DE PASTURAS

IMPACTO DE LAS MALEZAS EN LA PRODUCCIÓN DE PASTURAS

ARTÍCULOS
20 de dezembro de 2022
Por Leonardo Comastri Arruda - Gerente de Producción Forrajera TOTALPEC

La demanda cada vez mayor de alimentos, fibras y energía para una población creciente de consumidores, requiere aumento del área cultivada y una  mayor productividad. En ambos casos una de las barreras es el manejo inadecuado de las malezas. La competición entre plantas de interés económico y malezas acontece por factores que determinan el crecimiento de los vegetales como agua, luz, nutrientes y espacio. Existen diferentes métodos de control de malezas, sin embargo, es necesario conocer la biología de las especies y su cantidad en las áreas de pasturas para que se pueda aplicar métodos de control de forma adecuada. La adecuación de estrategias de manejo de malezas posibilita un mayor equilibrio en las pasturas y que resulta en potreros mejor formados, reduciendo las demás inversiones e intensificando la longevidad de los pastos.

La ganadería es una actividad de gran importancia para la economía boliviana siendo responsable por la generación de empleos, suministro de insumos y productos de consumo en todo país.
Las pasturas, base para una ganadería eficiente enfrentan, en una gran parte de los casos, una competición por recursos, a veces escasos con las plantas “de su hábitat”, las malezas.   

Para germinar, crecer y reproducirse, completando su ciclo de vida toda planta necesita de agua, luz, calor, gas carbónico, oxígeno y nutrientes minerales en cantidades adecuadas. A medida que se desarrollan estos factores del ambiente pueden quedar limitado o quedar agravado por la presencia de otras plantas en el mismo espacio que también luchan por estos factores de crecimiento generando así una competencia entre plantas vecinas, sean de la misma especie o no.

Estudios científicos relativos a las pérdidas de productividad en pasturas derivados de la competición con malezas, no son muy numerosos en ambientes de clima tropical, siendo que la mayoría de los trabajos aún están relacionados a la implementación de la pastura y pocos son relativos a las áreas establecidas hace algunos años. En la renovación de pasturas las informaciones convergen para un período crítico de competencia que se inicia demasiado pronto, entre 7 a 14 días post emergencia de las semillas del forraje y 35 a 50 días, un corto período de tiempo en que es clave el control de estas invasoras. Es importante mencionar que dicho control si no fuera hecho tendrá efectos importantes en la productividad de las pasturas. 

Las investigaciones nos dan la dimensión de las pérdidas de productividad y calidad del forraje debido a la competencia ejercida por las malezas en las primeras fases del desarrollo de las pasturas. A medida que aumenta el tiempo de competencia con las malezas la pastura sigue perdiendo productividad linealmente, llegando a la reducción de 48% de producción de forraje en una pastura que compitió por 120 días con las malezas; cuando comparadas a las pasturas que estuvieron libres de competición por un mismo período. Otro punto interesante a mencionar es en relación a la pérdida de calidad forrajera cuando la pastura está en un mismo ambiente que las malezas. Este es un factor que no es percibido claramente, sin embargo las diferencias son importantes para ser evaluadas.
Las plantas forrajeras cuando están en competición con las malezas, a parte de menor macollamiento tienden a elevar sus hojas para tener una mejor posición y captación de la luz solar. Este efecto ocasiona un incremento en tenores de lignina que bajan la calidad del forraje. Además de las pérdidas de productividad y calidad para las pasturas, son comunes en áreas de pastos, especies de malezas consideradas toxicas a los animales para su consumo, debiendo ser controladas de igual manera cuando su ocurrencia es baja.

Fig.1 – El retraso en el combate inicial de las malezas se convierte en un dolor de cabeza para el productor.
 

La pastura sigue perdiendo productividad linealmente, llegando a la reducción de 48%

La causa de la aparición de malezas en las pasturas se debe principalmente a las medidas inadecuadas en la fase de establecimiento de los potreros. La falta de una planificación, falta de análisis de suelos para saber sus condiciones reales, preparación de suelo y elección de la especie a ser sembrada de forma errónea, utilización de semillas de baja pureza y germinación, uso de tasas de siembra (kg x ha) bajo del recomendado y fecha de siembra fuera de épocas ideales de plantío son los principales responsables. El mal manejo de la pastura sin los controles de altura de entrada y salida de los animales, alta carga animal y el mal manejo de las pasturas como la falta de reposición de los nutrientes también son factores que aumentan la degradación y consecuentemente intensifican las proporciones de malezas más adaptadas a un nuevo ambiente degradado.

El éxito de las malezas está ligado directamente a la gran capacidad que estas tienen para competir con los pastos sembrados porque llevan una serie de ventajes debido a su menor palatabilidad, mayor germinación, rápido crecimiento que favorece en la competencia por espacio y recursos del medio. La propia presencia de las malezas cría un ambiente para el desarrollo de insectos vectores de enfermedades, pueden causar heridas en los animales, intoxicación por malezas consideradas tóxicas, aparte de perjudicar la estética de la pastura y reducir el valor de la tierra.

Los métodos del control de malezas en pasturas pueden ser a través de un control preventivo (cuando se previne la entrada de semillas de malezas en las áreas de potreros), control cultural (uso de especies forrajeras más adaptadas, cobertura de suelos, etc.), control físico (a través del fuego), control manual o mecánico (como uso de azadón o desbrozadoras) y el control químico (con la utilización de herbicidas). Los mejores resultados son obtenidos cuando hay una integración entre estos métodos de control y cuando se hace el correcto manejo de los pastos. 

 

Fig.2 – Método de control químico para las malezas realizado en pasturas.

El control químico es un método rápido y necesita de menos mano de obra. La utilización de herbicidas, al acabar con la competencia con las malezas ayuda en el aumento de la producción de masa verde en las pasturas y consecuentemente en el aumento de la capacidad de soporte de los potreros. Al optar por el control químico se debe definir el herbicida a ser ocupado y el método de aplicación más económico y seguro para cada caso.

La infestación por las malezas debe ser vista como consecuencia de la falta de adaptación, vigor y competitividad de las especies forrajeras utilizadas, bien como la falta de prácticas de manejo apropiadas. De esta manera se hace necesario el correcto manejo del pasto desde su formación por la elección de la especie forrajera más adecuada a un determinado sistema, buena preparación del suelo, siembra en fechas aconsejables, cantidad de semillas y profundidad de siembra recomendable, correcciones y fertilizaciones del suelo cuando es necesario para el establecimiento de la forrajera, así como el manejo adecuado post formación del pasto.
 

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