VACUNE A SU GANADO BOVINO PARA PREVENIR ENFERMEDADES REPRODUCTIVAS
Las enfermedades reproductivas en el ganado generalmente se desarrollan de manera gradual, tanto que suelen pasar desapercibidas hasta que están bien establecidas en el rebaño. Los animales afectados no mueren; en la mayoría de los casos, nunca muestran signos clínicos y en el caso de los machos, los síntomas ni siquiera aparecen, por lo que esta situación representa a una enorme amenaza ante la transmisibilidad silenciosa de los patógenos.
Para prevenir las enfermedades reproductivas, los productores deben estar siempre alerta y desarrollar una gestión eficiente de buenas prácticas, como la cuarentena y la vacunación oportuna de animales nuevos. Además, se debe implementar planes sanitarios y protocolos sanitarios que prevengan estas y otras enfermedades.
Las enfermedades reproductivas más comunes del ganado son: brucelosis, leptospirosis, rinotraqueítis infecciosa bovina (IBR), diarrea viral bovina (DVB), tricomoniasis, campylobacteriosis.
La importancia de vacunar a los hatos contra estas enfermedades se demuestra con indicadores clave; el primero, la inmunización antes del primer servicio de las vaquillas incrementa la tasa de preñez en un 11%; el segundo, la reducción del efecto negativo del contagio en rebaños recientemente infectados. Se estima que la tasa de concepción llega a caer hasta el 40% cuando enferman los animales del rebaño.
A continuación, se detallan las recomendaciones para la prevención a través de la vacunación de estas patologías.
Brucelosis
Es una enfermedad infectocontagiosa, causada por bacterias del género Brucella, que llega a convertirse en crónica; se caracteriza principalmente por provocar abortos en los últimos meses de gestación.
Para prevenir la brucelosis existen vacunas, tanto para la cepa 19 como para la RB 51. Ambas proveen 5 años de inmunidad y una inferencia inmunitaria del 70% en el grupo vacunado. La edad recomendada para su aplicación es de 3 a 8 meses de edad, aunque se debe considerar la inmunización en animales de 3 a 5 meses en aquellas propiedades con animales altamente precoces.
Leptospirosis
Esta enfermedad es un problema de salud pública provocada por una bacteria que afecta tanto animales como humanos; vive principalmente en agua estancada y necesita de los roedores como hospederos intermediarios. La leptospirosis puede afectar la salud reproductiva del rebaño al causar abortos, natimortos –feto muerto en el útero o en el parto- o nacimiento de terneros débiles.
La vacuna contra la leptospirosis bovina puede ser aplicada a partir de los 3 meses de edad en vaquillas y en machos que serán utilizados como reproductores. Luego de la primera dosis, se debe administrar una dosis de refuerzo con 30 días de intervalo. A partir de la segunda dosis de refuerzo, es necesario hacer una aplicación cada 6 meses para mantener a los animales bien inmunizados; incluso se recomienda hacer tres aplicaciones anuales, con refuerzos cada cuatro meses, en zonas de alto riesgo.
Complejos IBR-DVB
El complejo IBR (rinotraqueítis infecciosa bovina) – DVB (diarrea viral bovina) son enfermedades virales, responsables por abortos, enfermedades respiratorias, conjuntivitis y pododermatitis. La infertilidad temporal es un signo de IBR, debido a la vaginitis o metritis que ocasiona.
ENFERMEDADES REPRODUCTIVAS
Antes de la inmunización contra estas enfermedades se debe consultar con un profesional veterinario o zootecnista para que, a través de un plan de vacunación, se desarrolle una estrategia de prevención.
Comprensión de los principios de vacunación
En el gráfico anterior se muestra cómo después de haber recibido la segunda dosis de cualquier vacuna reproductiva, la curva inmunitaria protege al animal por 12 meses, es por esto que luego de aplicar este tipo de vacunas polivalentes contra el grupo de enfermedades IBR y DVB es importante mantener la inmunidad del rebaño con refuerzos anuales de la vacuna.
Tricomoniasis y Campylobacteriosis
Estas enfermedades son producidas por el parásito Trichomonas foetus y la bacteria Campylobacter fetus, respectivamente, que se alojan en el aparato reproductor bovino, específicamente en el prepucio y pene de los toros y en la vagina y útero de las vacas. El contagio se produce vía venérea.
La prevención se realiza a través del control de los patógenos en los machos reproductores al momento de hacer la evaluación andrológica. Es muy importante la revisión anual, mediante test y se recomienda la aplicación de vacunas reproductivas que contengan cepas que generen inmunidad contra una o ambas enfermedades.