Estamos en el momento más crítico del año para la producción de bovinos a pasto, el período de la sequía y en la mayoría de las veces los ganaderos pasan apretados por falta de pasto para sus animales. Esto, es consecuencia de una mala planificación hecha durante la época de lluvia y por uso excesivo del pasto en la sequía anterior, donde el pasto no pudo recuperarse.

La baja producción de forrajes durante la sequía (grafico 1) es uno de los factores que contribuyen para la deficiencia en la productividad de los rebaños, siendo responsable por la caída acentuada de producción, pérdida de peso de los animales de carne y gran reducción en la capacidad de soporte de los pastos.

En el período de la sequía, los niveles de proteína, energía y vitaminas son reducidos, implicando la necesidad de adoptar estrategias nutricionales capaces de suplir tanto deficiencias cualitativas como cuantitativas de nutrientes en el forraje.
      
Se sabe que la disminución de la ganancia de peso de los animales en el período de la sequía se sitúa en torno al 60%, esto cuando el animal no pierde peso, lo que puede convertirse en una condición crítica, pues con la vuelta del período de lluvias en lugar del animal ganar peso, en realidad él está "recuperando" lo que perdió en el período de la sequía.

Es importante entender que si el animal mantiene el peso o tiene pequeñas ganancias en la sequía, ya es una gran ventaja, teniendo en cuenta que las ganancias con la vuelta del período de lluvias serán mayores.

Uno de los puntos cruciales a ser contemplados en una propiedad es la planificación nutricional del rebaño para la estación seca (invierno), donde el manejo de pasto es fundamental para una buena utilización de los recursos forrajeros, con el objetivo de atender adecuadamente las necesidades de la producción. Esta planificación debe ser hecha de forma que encuadre en el histórico de lluvias de la región, buscando la desocupación del pasto para que el mismo pueda acumular reservas para el período de sequía y también en una planificación de reforma de pastos pensando en un planeamiento alimenticio durante el año.

Otro factor a ser considerado es que el pasto, aunque seco, presenta un papel fundamental en el desempeño de los animales. Tener masa de forraje seco y con buena estructura es fundamental para obtener buenos resultados zootécnicos.

En este caso, la idea de "más es mejor" no se aplica. Un buen pasto de sequía debe tener buena cantidad de hojas secas. Pastos muy altos, maduros, con mayor proporción de tallos e inflorescencias, a pesar de transmitir la sensación de mucha masa de forraje, presentan estructura de difícil acceso. Además de la estructura mala, pastos altos presentan mayor susceptibilidad al tumbado. Siendo así, el manejo del pasto diferido hará una total diferencia en la calidad del pasto de sequía y los resultados obtenidos con la suplementación.
 

                      Cuando un pasto no recibe el manejo adecuado para soportar el período de sequía, el productor corre el riesgo de no tener suficiente forraje para suministrar a los animales tanto en la sequía y con en el retorno de las aguas el pasto puede no tener suficientes reservas para rebrotar dando inicio a un proceso de degradación, acarreando perjuicios económicos en la propiedad.

Existen otras alternativas de suplementación que también pueden ser empleadas con el fin de desafiar el pasto para mejorar el desempeño animal, entre las cuales podemos citar: ración formulada, sal proteinada, urea, ensilaje, heno, etc. Algunas otras medidas como la venta de animales y el alquiler de pasto, dependiendo de los costos pueden ser viables, no sólo pensando en el ámbito financiero, sino también en la intención de preservar el pasto para los próximos años.

Es cierto que el manejo adecuado del pasto es práctica indispensable para obtener  prosperidad de la hacienda, sobre todo en los días actuales, donde el productor que no intensifica su producción, adaptándose a las nuevas tecnologías y aplicándolas de manera sostenible, corre serio riesgo de quedarse atrás en la frecuente búsqueda por el aumento de la productividad.

En fin, si su hacienda hoy se encuentra con poca masa de forraje y material de baja calidad, eso es un reflejo del manejo aplicado durante los otros meses del año. Todavía, usted puede comenzar ahora a su programación para la época de lluvia y para seca del próximo año. Al final, temporada de sequía hay todos los años, lo que falta es la programación para no tener problemas con el pasto.