Propietario de la mayor empresa de remate de ganado de corte en el mundo. Realiza el evento MEGAREMATE de Estancia Bahía. Ostenta un récord por comercializar más de 40 mil animales de corte en un día. También realiza los mayores remates de toros en el mundo.

Voy a tratar de contar un poco sobre mi experiencia de vida. Les contaré lo que pasó a lo largo de 28 años de historia de la empresa Estancia Bahía. ¿Por qué Estancia Bahía? Yo soy de Bahiana uno de los estados del noreste de Brasil, hijo de un pequeño productor ganadero que soñaba con un día ser productor. Dios quiso que trabaje como ‘feranch’.

Yo soy ingeniero civil. Con el tiempo trabajé en el Banco de Brasil y también viví en Brasilia. Fue justo en ese momento, con los vientos de fe en Dios, se dieron para llevarme a Mato Grosso como funcionario del Banco de Brasil. Así se dieron las cosas. Yo nunca pensé que me hubiese de ir del banco. Pero, yo aún permanecía con amor a la agropecuaria. Entré a trabajar en lo que siempre me inspiró. Y dejé la rutina. El comercio, el vender, es un arte. Todos los niños, desde muy temprano, todos los alumnos, junto a sus primeros pasos en la escuela y, también, todas las universidades, deberían enseñar a las personas a vender, a pasar conocimientos, etc., no solo producir.
 

Un ejemplo es Totalpec, que produce soluciones agropecuarias. Vender es un arte y deberían ofrecer algún tipo de servicio.

Nosotros nacimos en 1991, en una época en la que la ciudad era muy pequeña con 5.000 habitantes, en el estado de Mato Grosso, en el río Araguaia, uno de los mayores ríos de Brasil.
En el primer remate que realizamos, fueron 231 animales. Ahora ya vamos casi 28 años y a lo largo de la historia, pasamos todas las fases, por distintas experiencias. Siendo las más difíciles, las que marcaron nuestras trayectorias, y, mientras más difíciles, más nos ayudaron en la construcción de nuestro negocio.

Primero comenzamos en el noreste de Mato Grosso, en una región débil en donde se producía poco. Más nos enfocábamos en lo que era la producción de arroz, porque eran áreas inhóspitas. Yo estaba por desistir, porque es una actividad de gran riesgo, sin estabilidad, sobre todo en el área de la agropecuaria. En ese ambiente hostil nació Estancia Bahía, en 1991. Fue cuando decidí dejar el banco de Brasil y empezar con los trabajos como empresas de remate. Y a lo largo de los años, fuimos atravesando largas cosas y nuevos desafíos.

A partir de 1996 y 1997, inició en Brasil la transmisión de los remates en los canales de televisión. En aquella oportunidad eran remates convencionales, donde se remataban 2.000 hasta 3.000 animales. Cada semana se hacían remates alrededor de las ciudades. Diez años después de que iniciamos, decidimos hacer un gran evento, un gran remate para conmemorar los 10 años de la empresa. Así conseguimos introducirnos de verdad en la agropecuaria brasileña. En esa oportunidad se logró rematar 12.800 animales y año a año logramos superar esa cantidad. Tiempo después fuimos habituándonos para hacer remates más grandes.
En este tiempo, siempre buscamos a lo largo de nuestra historia de vida, mejorar la capacidad de innovar, de tener credibilidad, de estar todos los días en el negocio. De transformar nuestra actividad en algo más atractivo para quienes nos confían sus animales y aquellos que también confían en la inversión. Todo el tiempo buscamos estos cuatro pilares.
Hoy tengo un gran campo bovino. La agropecuaria brasileña cuenta con aproximadamente 18 millones de cabezas de ganado. Y para nuestra felicidad, Estancia Bahía, en el estado de Mato Grosso, es una de las que tiene mayor rebaño de remates, como el mayor ganadero de Brasil. Sabemos que estamos haciendo las cosas correctas, en el lugar correcto. Si no estuviera en un lugar que hay tanta gente y animales, quizás no hubiésemos llegado al lugar en el que estamos ahora.

EL MAYOR REMATE DE TODOS LOS TIEMPOS  

Aquí viene la historia del mayor remate de todos los tiempos de la agropecuaria mundial. Que por coincidencias de trabajo y, tal vez, dedicación con profesionalismo, se dio con espíritu, y, principalmente, por la búsqueda constante por dar mejores resultados con los animales.
En el 2002, después de hacer nuestro mayor remate, en donde se vendieron aproximadamente 40.971 animales, aproximadamente, recibimos 68 aviones.
Cuando se realizó este evento, la ciudad era muy pequeña como para recibir tanto tráfico. Pero, hoy la ciudad prácticamente se volvió parte de la estructura, de lo que es la ganadería y los remates. Se expusieron 40.971 animales y si no me falla la memoria, 186 lotes de animales, 220 divisiones para confinar animales menores y mayores. Para acomodar esos más de 40 mil animales, todos siendo tratados de una manera adecuada. Se les tuvo que dar alimento y agua. Tuvimos 11.500 toneladas de ‘silagi’. Los animales llegaron unos 15 días antes del evento.
Todavía me emociono cuando recuerdo este evento. Cuando alguien está por hacer un evento y una inversión tan grande, siempre existe un riesgo; si los compradores no vienen, si pasa algo en la víspera, si es ganado débil, si cierran las exportaciones (...) imaginen, toda la presión por la que se pasa. Y cuando todo termina, ustedes no se imaginan la emoción y la satisfacción de haber cumplido.
Ahí todo cambió, como ya les estuve comentando cambió. El mundo es redondo, todos los días gira 365 grados, y mañana no vamos hacer lo mismo que hicimos hoy, sino que cambia. Uno debe de estar atento para ver cuáles son las tendencias y estructuras. En este evento se invirtió 10 millones de dólares. Cuando uno convierte una hectárea en un metro cuadrado, las cosas se terminan compensando. De cualquier forma, fue muy sufrida, porque fue una cosa muy abrupta.
Mi emoción no fue por el dinero, sino por la emoción de vender; acompañado por todo Brasil y tal vez todo el mundo. Principalmente, por la disputa, donde estos animales fueron vendidos por una media arriba del 12% de su costo real. O sea, un 13% o un 14% arriba de la medida que ya se venía potenciando en el mercado. Llevo la mejor calidad de animales bovinos. Las haciendas son un espectáculo y, principalmente, cuando se vende a los animales se sabe que ellos van a seguir siendo bien cuidados, porque van a ir un buen lugar.
En la región de San Ignacio y Concepción también se va realizar uno de los remates más grandes en la historia de la agropecuaria brasileña. Hace siete u ocho años, el mayor proyecto de los productores de Brasil es en el municipio vecino de Cáceres. Me parece que este año fueron 1.200 animales rematados.
Para que los señores puedan entender más sobre mi trabajo, el próximo domingo vamos hacer un remate rápido que dura aproximadamente 30 segundos. Todos los remates son presenciales, pero el domingo 11 en Veracruz, el que se realizó fue presencial y virtual, por el bien del animal y la reducción de costos. Porque no están viviendo un buen momento en la economía brasileña.
En la apertura de la ExpoGenética, de los creadores del Cebú, ellos van hacer un remate de apertura. Me parece poco hablar sobre los remates que nosotros ya vamos a realizar.
Para ir finalizando, la empresa cada día se adecua a lo que sucede en el mercado, busca facilidad en el negocio y también busca reducir los costos de las actividades. Estancia Bahía, desde sus primeros remates transmitidos, se quedó sin vender ningún animal por aproximadamente cuatro o cinco años. Se gastaron energías. Pero, todo este mal tiempo sirvió para aprender y mejorar la empresa.  
Estancia Bahía, vende, aproximadamente, 300 mil animales por año, 10 mil toros por año, realizamos más de 150 remates y casi traspasamos los 160 remates. El domingo tenemos dos remates y la mayoría de ellos son virtuales. Esta es parte de la estructura de nuestro centro. Adriano Barboso es quien conduce la mayoría de los remates, nosotros nos preocupamos por la transparencia y el profesionalismo. El 100% de los animales que vendemos por remates virtuales son marcados con fuego, todos tienen la marca de la estancia Bahía. Los trabajadores tienen el más mínimo cuidado, porque pesan a cada una de las vacas minuciosamente, para generar la confiabilidad y seguridad. El cliente va a recibir exactamente aquello que se le dijo. Y es tanto así que, después de tantas dificultades, todo esto es resguardado, porque los clientes piden calidad en los remates virtuales.
Desde Bolivia las personas pueden acompañar los remates de Estancia Bahía, los señores de Totalpec y de Estancia Bahía estarán ahí. Todos los domingos se tienen eventos de remate. Para nosotros sería un placer que los señores de Bolivia nos acompañen.
El pecuarista debe acompañar la evolución tecnológica, junto con lo que pasa dentro del mercado. El agronegocio es una actividad cada vez más grande y existen cada vez más estrategias a largo plazo y pueden ser bien definidos y también los medios de producción bien definidos. Pero, no se puede ser solo ganadero, se debe ser empresario. Se tienen que saber los datos del negocio. Todo se complementa. Es una necesidad de que todos los días, las personas tienen que estar más preparadas para entender los nombres, la planeación y, una vez más, nosotros necesitamos tener muy claro el camino que tenemos que seguir.
Así es el caso de un señor que no compra animales menores de 180 kilos, por que el los recría. Los compromete y los vuelve a vender. Ahí, de una forma clara y transparente, él compra los animales de mejor calidad y los mejora. También sabe presentar los mejores animales, en el mejor estado, y en el mejor momento. Él vende los animales que él cree que el mercado está necesitando en ese momento. Para cuando llegue el momento del confinamiento, un buey o una vaca hembra, va ser más demandado. Entonces, él atiende lo que sucede alrededor del mercado. De forma muy clara, él estableció lo que uno quiere.
Al que no le gusta la agropecuaria no debería meterse con la agropecuaria. A quien no le gusta trabajar, no debería estar en la agropecuaria. Sino tiene pasión, no debe entrar a la agropecuaria. No tiene cómo vender soluciones para agronegocios. Cada uno debe tener un foco y un compromiso con el negocio, y ver qué clase de personas seríamos, si es que no estamos realmente enamorados y comprometidos.
Otro asunto que no puedo dejar de lado es la integración con la agricultura. La agricultura y la ganadería juntas, están estableciendo una verdadera revolución en los campos brasileños. Esta integración proporciona condiciones constantes que agregan valor a nuestra producción pecuaria. No podemos agregar valor si no entendemos el mercado.