La llegada de la sequía trae varios desafíos productivos y cuestionamientos, siendo una época critica del año en la que el forraje y el peso de los animales son directamente afectados. Entre los cuestionamientos que surgen en esta época están: ¿Cómo mantener el crecimiento y ganancia de la recría?, ¿Cómo manejar la tasa de ocupación de los potreros?, ¿Cómo mantener las vacas de cría con buen score corporal para la época de reproducción?, ¿Vendo o no animales?

En general en el invierno presenciamos el efecto “acordeón”, cuando el ganado pierde los kilos que ganó en la época de las aguas, y es en esa hora que el ganadero debe trabajar estratégicamente para evitarlo. Planificación es una de las palabras clave para que el productor consiga minimizar el impacto de la estacionalidad de lluvias. 

El ganado necesita de pasto voluminoso en cantidad y calidad; en tiempo de seca el pasto tiene su valor nutricional reducido y no se desarrolla con el mismo vigor de cuando las condiciones climáticas están adecuadas. Además, si los animales dependen sólo del pasto como alimento durante el período seco, el ganado tendrá pérdida de peso, caída en la producción de leche y la tasa de fertilidad, además de mayor predisposición a contraer enfermedades y riesgo de muerte.

Con todos estos desafíos, una cosa que el ganadero debe tomar en cuenta es cuánto cuesta mantener un animal en la propiedad durante todo ese periodo. También necesita saber cuántos animales consigue alimentar en esa época, cuáles son los pesos aproximados de sus animales, por cuánto tiempo se quedará sin lluvia, para que así él pueda tomar la decisión de mantener o reducir su hato con estrategias alimenticias para sacarlos antes de que falte alimento.

Para esa toma de decisión es importante hablar de la parte financiera. El benchmarking del Instituto Inttegra (2018) muestra el promedio de más de 200 clientes de todas las regiones de Brasil y también el resultado promedio de las propiedades TOP rentables de sus clientes.

Ellos muestran que sumando todos los costos (fijos y variables) en general, una ganadería gasta en torno de Bs 103,50 para mantener una UA en una propiedad; dentro del desembolso de los insumos para el ganado, nutrición y pastura están en el top de la lista de los insumos en los que má se gasta. 

Una información interesante que puede ser observada es que en las propiedades TOP rentables se gasta más con nutrición y menos con pastura, eso es resultado de un buen manejo nutricional y manejo de pasto.

Tomando como ejemplo una propiedad que tiene 200 animales en fase de terminación pero que falta terminar todavía, esa propiedad gastaría cerca de Bs 20.700,00 por mes para mantener estos animales, sabiendo que en el periodo de secas la ganancia es mínima.

 

Intensificación de la suplementación estratégica

Con una intensificación de la suplementación estratégica para sacar los animales antes del invierno, además de no tener un costo a más con estos animales, también evitamos el sobrepastoreo y aumentamos la tasa de disfrute.

La garantía de que no habrá sobrepastoreo en el período de sequía (lo que permitirá el rebrote pleno de las gramíneas al inicio del período lluvioso) es la que trae una de las mayores ganancias económicas a la propiedad. Debemos recordar que el inicio del período lluvioso es crítico para la planta forrajera y para los animales. Las lluvias generalmente son irregulares y cuando el pasto empieza a rebrotar, los animales quedan ávidos por consumir las hojas nuevas, lo que perjudica la recuperación del pastoreo.

Cuando el ganado está ausente en la fase de rebrote, la planta crece plenamente, preservando sus reservas energéticas. Cuando se inhibe el rebrote de pasto con los animales en el terreno, la carga animal debe ser menor hasta el momento en que el pasto alcance su plena capacidad. Esto tiene efecto tanto en la productividad medida por kilogramo producidas por hectárea, como en el desempeño individual de los animales. También, el aumento de la tasa de disfrute, es decir, que la hacienda va a abatir más animales al año, aumentando así la rentabilidad en kilogramo por hectárea.

Al analizar el comportamiento estacional de los precios, a partir de datos confiables del mercado, se puede hacer una estrategia para la toma de decisiones del ganadero y la planificación de su producción. Esta observación puede ser útil a la hora de comprar insumos y en la venta de los animales. Vender una mayor cantidad de animales terminados en ese período, aumentar el giro de capital y disminuir el costo fijo de la hacienda, son sólo algunos de los beneficios de sacar los animales antes de la época seca.