CUATRO MANERAS DE CONTROL DE MALEZAS EN EL CULTIVO DE SORGO
El cultivo de sorgo se destaca en el panorama nacional como una interesante opción para incrementar los ingresos de los productores debido a la diversidad de uso. Sin embargo, está sujeto a interferencias de malezas, ataques de plagas y enfermedades que pueden causar grandes perjuicios económicos y/o inviabilizar el cultivo. El control de malezas es una de las estrategias más eficaces para reducir los riesgos de pérdida de productividad.
En este sentido, es importante adoptar medidas de intervención para garantizar la productividad económica de los cultivos, sea en la elección y posicionamiento de un cultivo con mayor tolerancia a enfermedades o en la definición de estrategias de control de malezas o de plagas. Asimismo, los factores de producción agua, nutrientes, luz y espacio en los sistemas agrícolas están dirigidos al establecimiento y el desarrollo adecuado de los cultivos.
De esta manera, es muy importante la elección del tipo de sorgo, pues los hay de diferentes tipos: graníferos, doble propósitos, sileros, forrajeros, entre otros. Acerca de esto hay suficiente información, pero ésta es insuficiente cuando se trata del manejo del cultivo o de las prácticas culturales necesarias para alcanzar una mejor productividad.
Entre las prácticas culturales que constituyen los costos de producción para alcanzar el buen desarrollo del sorgo, se destaca el manejo de malezas debido al lento crecimiento inicial del cultivo y a la baja diversidad de herbicidas registradas para el uso.
El manejo de malezas es una tarea ineludible para los productores, pues el control inadecuado es uno de los principales factores responsables de la baja de productividad y los problemas en la cosecha. Se estima que las pérdidas en un cultivo sin control de malezas pueden ser superiores al 95% de la productividad de granos y forrajes, en áreas de alta infestación, pero también puede afectar varios factores como el estand, la altura de las plantas, el diámetro del tallo, la producción y calidad de granos y forraje.
Área con alta infestación de malezas en un cultivo de sorgo
MANEJO INTEGRADO
Las malezas también liberan substancias alelopáticas en el suelo que retardan el crecimiento de los cultivos. Los principales síntomas de los efectos son la inhibición de la germinación, reducción del vigor vegetativo, baja formación de macollos, deformación de raíces, entre otros, incluyendo la muerte de la planta.
Una de las principales dificultades en el manejo de malezas ha sido la no disponibilidad en el mercado de herbicidas eficientes para el control de gramíneas. Debido a este factor, la elaboración de estrategias de manejo integrado de malezas es de fundamental importancia para el buen desarrollo del cultivo de sorgo.
¡Un control inadecuado de malezas en el cultivo de sorgo puede ocasionar pérdidas superiores al 95% en la productividad de granos y forrajes en áreas con alta infestación!
El manejo integrado tiene por finalidad obtener la máxima productividad con el mínimo de riesgo económico y ambiental. El productor debe buscar la integración de los métodos de control preventivo, cultural, mecánico y químico, siempre que sea posible, de acuerdo con su realidad. Sin embargo, el manejo debe ser realizado bajo un enfoque de sistema de producción, lo que posibilita la toma de decisiones que tendrán un impacto positivo con la reducción de los daños causados por las malezas y, consecuentemente, la reducción de los costos para el control.
Para la adecuada elaboración de la estrategia de control es necesario conocer los tipos de malezas presentes en el área, así como su distribución para planear las estrategias de combate que mejor se ajusten a las características de la propiedad. Esta integración contribuirá mejor a un control más eficiente de las malezas sin aumentar el costo de producción o caso contrario, reducirlo.
Sorgo con alta infestación de malezas gramíneas
Las opciones de control de malezas que disminuyen los costos, manteniendo o mejorando la eficiencia del control, están directamente relacionadas con el sistema integrado de prácticas agrícolas. El manejo integrado de malezas debe ser utilizado con el objetivo de se utilizar de forma racional los herbicidas, el ambiente y los costos de producción.
El control preventivo previene la entrada y establecimiento de malezas en áreas todavía no infestadas. Para implementar este método se deben tomar las siguientes medidas: compra de semillas certificadas y fiscalizadas con elevado valor cultural (pureza y germinación), limpieza cuidadosa de las maquinarias e implementos agrícolas al mover de un área a otra, no dejar que animales pasen de un área que tenga determinada maleza hacia otra que no tenga esta especie, utilizar abonos orgánicos, como estiércol de corral, solamente después de estar totalmente fermentado, lo que en promedio puede durar tres meses.
El control cultural consiste en utilizar características del cultivo y formas de implantación en conjunto con el medio ambiente que propicia el aumento de la capacidad competitiva del sorgo, favoreciendo su crecimiento y desarrollo en detrimento de las malezas. Entre las medidas culturales adoptadas podemos ejemplificar el uso de cultivares adaptados a la región de siembra, correcta densidad de siembra, espaciamiento entre surcos, época de siembra, utilización de cobertura muerta, rotación de cultivos, fertilización balanceada, entre otros.
El sorgo es una planta sensible al fotoperiodo, o sea, su desarrollo va a depender de la duración de los períodos de luz y oscuro. Por más que algunos materiales de sorgo hayan sido mejorados genéticamente debemos saber que existen materiales que todavía no presentan este mejoramiento genético, como es el caso de algunos sorgos forrajeros.
Aparte de eso, el sorgo es una planta sensible también a las bajas temperaturas nocturnas pudiendo llevar a cuadros de enfermedades como, por ejemplo, ergot (Sphacelia sorghi; Claviceps africana). Por estas y más razones la fecha de siembra correcta es primordial para éxito del cultivo.
En la elección de cultivo a sembrar se debe optar por materiales que tengan un rápido crecimiento inicial y características morfológicas que favorezcan el sombreado rápido del suelo. La correcta densidad de siembra es fundamental para que el cultivo pueda expresar todo su potencial productivo.
La rotación de cultivos rompe el ciclo de vida de las malezas frenando su dominio. La cobertura muerta (rastrojo) libera substancias alelopáticas sobre el suelo previniendo la germinación de determinadas especies de malezas, aparte de impedir a llegada de luz solar ocasionando un efecto negativo sobre la emergencia de malezas fotoblásticas positivas.
El control mecánico consiste en eliminar malezas por efectos físico-mecánico, por medio de herramientas como azadón, implementos agrícolas como row plow y rastras, entre otros. En el cultivo de sorgo es muy común la utilización de sistemas convencionales de preparación de suelo (subsolado, row planeo, rastreada). Sin embargo, esta es una medida mecánica primaria de control de malezas.
Las operaciones post-emergencia del sorgo deben ser realizadas cuidadosamente para evitar daños al sistema radicular y el movimiento del suelo tiene que limitarse al máximo tres centímetros de profundidad. Este método de control presenta algunas limitaciones como la no eliminación de malezas en las hileras del sorgo, baja eficiencia en días lluviosos, exposición del suelo a erosión, dificultad en el tránsito de máquinas y otros.
El control químico consiste en la utilización de productos de acción herbicida registrados como, por ejemplo, la Atrazina. Es el método de control más utilizado por proporcionar algunas ventajas como: menor dependencia de mano de obra, no causa daño al sistema radicular del sorgo, presenta control eficiente de malezas en suelo húmedo, controla malezas en la línea del sorgo, entre otros.
El control químico es menos dependiente de las condiciones climáticas; un corto período sin lluvia es suficiente para la aplicación de los productos con eficiencia. La practicidad, el rendimiento del área tratada, la escasez y el precio de la mano de obra hizo que este tipo de control fuera atractivo tanto para pequeñas como para las grandes áreas.
Entre las limitaciones de este control destaca la escasez de herbicidas registrados para el cultivo y susceptibilidad del sorgo a gran parte de las moléculas herbicidas utilizadas en otros cultivos, lo que puede causar efecto residual restringiendo los sistemas de producción.
El manejo de malezas debe contar con la orientación de un técnico responsable que utilice el manejo integrado de malezas e indique las medidas de control adecuadas. Es fundamental la supervisión constante de un profesional capacitado desarrollando un programa específico para cada situación.
Área de sorgo con manejo integrado de malezas