La Brucelosis es una costosa enfermedad contagiosa, que también afecta a las personas (zoonosis). Aunque puede atacar otros animales, está es principalmente una amenaza para los rumiantes y el cerdo. Esta enfermedad es conocida por provocar aborto, aunque tan solo el 25% de las hembras bovinas enfermas abortan y tan solo una vez en su vida, generalmente durante la segunda gestación, una razón más por la cual se debe prestar especial cuidado a la categoría de vacas primíparas.


Fotografías tomadas de bacterias de Brucella.

La brucelosis trae enormes consecuencias para la pecuaria, por lo que es altamente significativa en la salud animal, la salud pública y los mercados internacionales. Considerando el daño causado en los animales (baja en la producción de leche, pérdida de peso, mortalidad en terneros, infertilidad y pietín en las vacas), esta enfermedad es una formidable amenaza a la productividad. El hecho es que esta enfermedad, puede esparcirse rápidamente y transmitirse a los humanos, lo que lo hace mucho más serio.

La brucelosis trae enormes consecuencias para la pecuaria, por lo que es altamente significativa en la salud animal, la salud pública y los mercados internacionales. Considerando el daño causado en los animales (baja en la producción de leche, pérdida de peso, mortalidad en terneros, infertilidad y pietín en las vacas), esta enfermedad es una formidable amenaza a la productividad. El hecho es que esta enfermedad, puede esparcirse rápidamente y transmitirse a los humanos, lo que lo hace mucho más serio.
La enfermedad es causada por un grupo de bacterias conocidas científicamente como género Brucella. Tres especies de Brucella causan la mayor preocupación: B. abortus (afecta principalmente al ganado bovino, el bisonte y los ciervos), B. suis (afecta principalmente a los suinos, pero también ataca a los bovinos) y B. melitensis (que principalmente afecta a las cabras). En el ganado bovino, se localiza principalmente en las glándulas mamarias y en los órganos reproductores. La bacteria se excreta en la leche o vía fetos abortados, placenta y líquidos fetales u otras descargas vaginales.

La brucelosis trae enormes consecuencias para la pecuaria, por lo que es altamente significativa en la salud animal, la salud pública y los mercados internacionales.

Transmisión de la brucelosis.

El diagnóstico de esta enfermedad no se realiza por la presencia de signos clínicos, ya que no posee signos propios de la enfermedad. Los signos que pueden presentarse son: el nacimiento de terneros débiles, baja producción de leche, no todas las vacas enfermas abortan, pero si lo hacen es solo una vez en la vida y generalmente durante la segunda o tercera gestación, se presenta repetición de celo, baja en la inmunidad en el rebaño, en especial en hijos de vacas brucélicas, baja tasa de preñez, artritis en los terneros, retención de placenta y infecciones urinarias.


Para poder identificar los animales enfermos, es necesario el muestreo y diagnóstico de laboratorio a cada animal de la propiedad, que luego debe ser sometido a un análisis de un especialista, que determine el grado de infección y el plan de trabajo a realizar para el control y/o erradicación de la enfermedad en el rebaño.



La brucelosis en el ganado no tiene tratamiento, por lo tanto, la vacunación es una forma de mantener el rebaño protegido, sin embargo, la vacunación no es 100% efectiva, ya que infiere un 70% de inmunidad en los animales vacunados. Para mejores resultados, es necesario contar con una estrategia de control y erradicación y no solo confiar en la vacunación como un método de prevención de la infección del rebaño. Es muy importante el acompañamiento de un profesional especializado y un plan de trabajo estricto para evitar, controlar y erradicar esta desafiante enfermedad, de un rebaño bovino.